jueves, 18 de junio de 2009

ANECDOTAS SANITARIAS MALAGUEÑAS

EL BEBE ROBADO

Yo he tenido entre mis familiares y amigos personal facultativo y de servicios en la actividad sanitaria los cuales me han comentado las anécdotas acaecidas en los centros sanitarios de Málaga que son muchas y graciosas .
Cuenta mi suegro,que fue encargado de personal subalterno en el Pabellón 21 (Psiquiátrico) del Hospital Civil unas cuantas de estas anécdotas de las cuales paso a relatarles las más significativas.
La primera, fue hace ya bastante tiempo, cuando el Hospital estaba configurado en pabellones exteriores al edificio principal, y este era el actual, pero con el patio central ocupado por unos jardines y la capilla, presidido todo por la estatua del Sagrado Corazón sobre una alta columna , mirando hacia la entrada.En la entrada, había que ascender una mediana escalinata, al final de la cual y dispuesto alrededor de ella, había una serie de consultas y servicios, entre ellos la admisión de enfermos.
Sucedió, que llegó un enfermo para el psiquiátrico, acompañado de su hermano.Se le hizo la ficha y se comunicó al pabellón que el enfermo, acompañado de su hermano, se dirigía hacia allí, pero que para evitar despistes salieran a su encuentro;preguntó el encargado de servicio si el enfermo venía agresivo o no, para enviar el personal adecuado; se le contestó que no, que venia la mar de pacifico, acunando una muñeca entre sus brazos a la que de vez en cuando le llamaba mi bebé. Salió un par de celadores al encuentro de ellos pero en el trayecto desde admisión al Psiquiátrico, el enfermo pidió a su hermano que le sostuviera al bebé, porque había de atarse el cordón de un zapato, y en esta disyuntiva llegaron los celadores y sin mediar palabra cogieron cada uno de un brazo al portador de la muñeca, al tiempo que decían al otro que ya se podía marchar y que ellos se hacían cargo de la situación.A las protestas del confundido, contestaban los celadores con palabras tranquilizadoras.Por supuesto el equívoco se deshizo al identificar al pobre hombre tras comprobar su identidad por el DNI.El verdadero enfermo, no llegó a salir del Hospital,ya que fue interceptado por el personal del mismo, al oírlo vociferar por las galerías:
!! Mi bebé¡¡ !!Me han robado mi bebé¡¡


EL AVISPADO ELECTRICISTA

La siguiente anécdota, también aconteció en el pabellón 21 (Piquiátrico).
Ocurrió que cierto día al efectuar el relevo mañana-tarde el encargado saliente comunicó al entrante:
-Ha habido dos ingresos cuyas fichas las ha hecho el Dr Fulano, y hay una novedad y es que esta tarde vendrá el electricista a cambiar los tubos fundidos.

Este relevo, se solía hacer practicamente en la puerta del pabellón y a la vista y oído de los enfermos que por allí paseaban.

Estaba el encargado entrante organizando el turno y distribuyendo los servicios, cuando se le presentó un sujeto diciendo:

_Buenas tardes, soy el electricista.no se si le habrá comentado su compañero que ...

_Si,si, le esperaba -contestó el encargado-digame que necesita.

_Pues la verdad, necesitaría alguien que me acompañara por las diversas secciones y cuartos del pabellón, ya que es la primera vez que vengo-contestó el individuo.

Asignó al electricista, el bueno del encargado ,un enfermo de confianza indicándole que ayudara en lo que pudiera .Iba el enfermo mostrándole los diversos cuartos y salas del pabellón y en todos ello, comprobaba el electricista el correcto fenecimiento de los tubos fluorescentes y anotando en un papel la ubicación de los fundidos.Una vez terminada la inspección, dijo el electricista al enfermo:

_Por favor acómpañeme hasta la salida y que me abran la puerta para ir a la furgoneta por el material_

Así se hizo, y cuando a las dos horas se presentó el verdadero electricista, cayeron en la cuenta que faltaba uno de los dos ingresados esa mañana.


VIENTRE SUELTO

De este hecho, fué mi mismo suegro el autor.En su turno, cierto día ingresó un enfermo, sobre las diez de la mañana.Era ,según cuenta, un hombre pequeño,delgado, muy pobre en el vestir, y tocado con una mugrienta boina , que el paso de los tiempos había vuelto de un color indefinido.Lo primero que preguntó, fue por el desayuno y al decirle mi suegro que ya había pasado con creces la hora del mismo, comentó el pobre hombre si por casualidad no habría que dado algún mendrugo de sobra.Durante toda la mañana andaba atosigando a mi suegro con la cantinela:

_Jefe ¿a qué hora se come?

Llegó la hora de la comida ,y una vez sentados todos los enfermos en el comedor dijo mi suegro a la Hermana que supervisaba la comida:

_Hermana: aquel de la boina , lleva toda la mañana con una diarrea de campeonato.

_Bien, le contesto la monjita,apúntelo al digestivo para mañana y hoy, le mantendremos a dieta.

Al ver pasar el de la boina la perola de la comida sin que echaran en su plato ni una cucharada exclamó

_!! Hermana ¿y yo qué?

_En tu situación, hijo mío-le contestó la monjita-con el vientre tan suelto lo mejor es que guardes dieta

_¿Pero qué vientre suelto ni que ?-exclamó el pobre hombre-!!si hace tres días que no cago, los mismos que llevo sin comer¡¡

Se le dió de comer con creces, recibió mi suegro una benigna reprimenda por parte de la Hermana de la que dicho sea de paso era su ojito derecho, se enteró todo el hospital de la broma, y hasta la clausura del pabellón 21 cuando alguien decía :

_Tengo un hambre.. recibía siempre la siguiente contestación:

_Tú lo que tienes es el vientre suelto.


EL CUERPO EXTRAÑO

Esta anécdota, verídica como las anteriores, sucedió en la Urgencia del Carlos de Haya.

Llegó cierto día a la Urgencia un Sr quejándose de una fuerte molestia en un ojo.Se le hizo un primer reconocimiento y al comprobar el médico que tenía un objeto alojado en el ojo izquierdo, se le remitió hacia oftalmología.Acompañado por un celador se le llevó a la consulta y allí, se le indicó que esperara y que ya le avisarían.Tienen los oftalmólogos la rutina de llamar cuerpo extraño a los objetos que se introducen en los ojos.

Al cabo de un cierto tiempo , se anunció por megafonía :

_Por favor el sr del cuerpo extraño que pase a consulta 3.

En vista de que repetida la llamada un par de veces más el paciente no se daba por aludido, un enfermero salió y le preguntó :

_¿No es Vd el que ha venido de Urgencias con una mota en el ojo? ¿No oye que le llaman?

Era el paciente jorobado, y ante ello, comentó:

_Voy a pasar ...! Pero no son formas de llamar a las personas!


TACTO RECTAL

Esta, me cuentan que acaeció en el Clínico y aunque posteriormente la he oído como chiste, la tengo documentada como un hecho real como la vida misma.

El caso es que se le iba a practicar a un paciente un tacto rectal para comprobar la próstata.Se le indicó al paciente que si no tenia inconveniente pudieran estar presente unos cuantos alumnos de medicina a la sazón en prácticas.Dio el paciente su permiso y se le hizo el tacto al tiempo que el Dr iba explicando a los alumnos el procedimiento a seguir, y a continuación invito a un par de ellos y siempre contando con el permiso del paciente a que repitieran el tacto.

Al segundo tacto, el paciente murmuró:

_Que me corro.

Pero al intentar completar el tercer tacto ya el paciente no tuvo más remedio que exclamar:

_!que me corro¡ !que me corro¡... !!y me voy a caer de la mesa al suelo¡¡

El ímpetu con que actuaban los estudiantes era sin duda el causante del desplazamiento del cuerpo del enfermo sobre la mesa de operaciones.


ASEPSIA QUIRURGICA

Me tocó a mi ser el actor de esta que les voy a relatar:

Me salió en el dedo índice de la mano derecha, en la misma articulación un pequeño bultito, del tamaño de una lenteja que me producía algunas molestias.Acudí al cirujano que me citó para extirparme el bultito. Fué en El Parque San Antonio, y al presentarme para la operación se me llevó a un cuartito, y entregándoseme una especie de babero color verde se me indicó que me desnudara completamente y me pusiera el babero, y avisara cuando estuviera listo. Así lo hice no sin dejar de preguntarme, para que demonios tanta precaución por un bultito de nada.Para más inri, el babero no cerraba correctamente por detrás de manera que iba yo por los pasillos detrás de una auxiliar intentando taparme el culo hacia la sala de quirófano.Allí estaba el cirujano al que yo le tenia alguna confianza por lo que le dije nada más verlo:

_Don Fulano, mire Vd la tontería de dejarme en pelotas para esta cosa tan insignificante del dedo.

Me miró el buen Sr y exclamó:

_!! Qué barbaridad ¡¡ ¿¿Como me traéis a este hombre con esos zapatos ?? !! Que le pongan unos patucos¡¡.

De modo que me empelotaron aun más.


EN EL QUIROFANO

Esta, se la debo a un celador de los quirófanos de Carlos Haya.Me comentaba un poco enfadado lo que le había sucedido con un paciente.

_Tengo un día negro-me dijo- y todo por culpa de no hacer las cosas como se debe.Verás: han puesto las mesas de operaciones a una altura que sea lo más cómoda para el cirujano, pero esta altura es bastante , de manera que muchos pacientes que sean bajitos, han de ser ayudados a acomodarse en la mesa.Para ello, disponemos de una banqueta que situamos bajo la mesa.
Pues esta mañana, me tocó ubir a la mesa a un Sr mas bien bajito, y al tiempo que me agachaba para sacar la banqueta, le dije:
-Súbase Vd aquí, por favor; !!y se subió encima de mi espalda¡¡.Digo yo ¿Por qué no nos permiten graduar las mesas para que se suban los pacientes?
COMO LOS CAMAREROS
Esta otra, y algunas más, se las debo a mi prima Anichi simpática y locuaz como ella sola, capaz de hacerte imaginar sin el mínimo esfurzo las situaciones más absurdas, tal es l convicción con que se expresa.
Bien, pues parece que estaban preparando para operar a un paciente de una fístula anal.Se le informó de que debia desnudarse por completo, calzarse unos patucos y al entregarle una sabaneta, la auxiliar le informó que debía colocársela como las camareros, a modo de mandil. Nervioso el paciente parece ser que sólo oyó lo de como los camareros, ya que se presentó en pelota total y la sabaneta perfectamente doblada encima de su brazo derecho y este en ángulo recto, a modo de trapo de limpiar, eso si, ocultando perfectamente sus partes pudendas.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Buenas noches, que excelentes anécdotas! Me han hecho reir un montón (lágrimas de la risa :) me qyedo a leer tu blog. Un abrazo!