jueves, 29 de marzo de 2012


Las cosas que se leen en Internet

CONFUSION EN EL FUNERAL

Eran dos pescadores, hermanos gemelos, uno soltero y el otro casado.
El soltero tenía una lancha de pesca, ya vieja, que era la herramienta con la que lograba su sustento.
En un mismo día, muere la esposa del hermano casado y, como las esgracias no vienen solas, la lancha del hermano soltero se va al fondo del mar.
Una abuelilla del pueblo, curiosa y oleora va a darle el pésame al viudo, Pero confunde a los gemelos y se dirige al que ha perdido la lancha.
- Acabo de enterarme. ¡Qué pérdida tan grande ! Debe ser terrible para tí.
- Sí, estoy destrozado, pero es preciso enfrentar la realidad. Debo reconocer que estaba ya vieja. La raja de delante estaba tan grande que ya no había con qué llenarla y el agujero de atrás se agrandaba más cada vez que la usaba. Además estaba deformada y no se le podía quitar el olor a pescado.
 La parte de atrás estaba bastante caída y las curvas de adelante casi habían desaparecido.
Pero el culpable soy yo  porque se la prestaba a cuatro amigos para que se divirtieran con ella ; les pedí que la usaran con cuidado, pero se montaron los cuatro a la vez y ella no aguantó.

A la abuela, muerta de un infarto, la enterraron al otro día.


 

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