A MI PRIMA ANICHI

Tomaste, Ana ,el último vuelo

de tu cara borrando la sonrisa,

de mano de la muerte , que con prisa ,

echó sobre tu cuerpo, negro velo.

Tus gracias, recordamos en el duelo

mitigando , por la pena, la risa.

Las palabras del cura en tu misa

a mi no me sirvieron de consuelo:

Porque eras necesaria todavía

para tus hijos.

Por tu valentía

luchando contra el mal que te ha matado,

y ser tan abnegada y buena gente.

Por eso, no me quitan de la mente
que la muerte esta vez se ha equivocado